Cuando nos hablan de meditación, seguro que nos imaginamos estar sentados, inmóviles y totalmente concentrados en algo. Alejándonos de todos los ruidos, de lo que nos perturba y hacer que nuestra mente se quede en total silencio...
En esta guía, Osho nos cuenta que no es precisamente así como tenemos que meditar. Nuestra mente parlanchina no se va a callar así como así, entonces tenemos que aprender a fluir con nuestros pensamientos. A acariciarlos, verlos, sentirlos. A reconocer a cada uno de ellos de modo que llegado un momento, seamos capaces de diferenciar uno de otro, de ver sus pausas y en lugar de hacer que nuestra mente se quede en blanco, llenarla de todo lo que nos rodea, fluir con nuestro interior sin callar todo.
Sé que Osho no es del agrado de todos, pues sus ideas difieren mucho de lo que nosotros como occidentales, creemos o conocemos. Por ejemplo, van a encontrar un apartado donde nos habla del "Yo". Del Ego.
Estoy segura que muchos de ustedes han escuchado los términos del Yo y el Super Yo. O El EGO y el SUPER EGO. Para el caso, da lo mismo. Y se han de preguntar cuál es la diferencia entre uno y otro. A mí me gusta explicarlo en términos del "angelito y el diablito". Cuando queremos hacer algo y tenemos una vocecita que nos dice: ¡SÍ, VE POR ELLO! Mientras que la otra dice: ¡NO LO HAGAS!
Para Osho, los occidentales tendemos a alimentar tanto el ego, que terminamos perdiéndonos. Recordemos primero que nuestras culturas, unas más que otras, tienden a ser individualistas, a diferencia de las orientales que se van más hacia el colectivismo. Entonces, sin prejuicios, dejemos que Osho nos cuente lo que cree del ego. Para él, desde el momento en que somos arrancados del vientre materno, nos vemos en la necesidad de aprender el mí, mío, tú, yo. Y enaltecemos el YO como algo puramente natural y necesario. De ese modo, nuestro ser deja de fluir con lo que lo rodea, deja de ser parte de un todo y por ende, se le complica meditar.
La meditación, no es un proceso, ni es una técnica. En el momento en que hacemos algo mecanizado, deja de ser meditación. Por eso, nos dice Osho, los científicos nunca podrán conocer a Dios (el Dios en el que él cree, porque muchos científicos tienen su propia idea de Dios) y difícilmente podrán llegar a meditar. ¿La razón? Cuando se estudia una ciencia, se nos pide como requisito tener la capacidad de "abstracción". Es algo que realmente se tiene que hacer si queremos ser buenos en nuestro trabajo. Ser capaces de concentrarnos tanto en algo. Por eso nos dice él que los científicos terminan siendo distraídos.
Para leer esta guía hay que tener cero prejuicios y decidir intentar hacer algo antes de tildar de loco a al pobre de Osho. Las diversas técnicas que trae el libro van desde una buena sesión de risa hasta las más complicadas con nombres raros y que necesiten un tipo de música especial.
Mientras leía este libro,
En fin, si leen esta guía, vayan con la mente abierta a descubrir nuevas posibilidades. Lo peor que puede pasar es que termines riéndote de lo que dice aquí y ¿sabes qué? Cuando ríes, no puedes pensar. Sólo fluyes. Meditas. Así que, a reír se ha dicho.
*El material fue enviado por la editorial a cambio de una reseña honesta. Nuestros comentarios se basan únicamente en nuestra lectura, no percibimos ningún tipo de remuneración por ellas.