Una extraña epidemia recorre esta novela del investigador clínico Samuel Ponce de León. En estas páginas el desorden mundial construye escenarios de conflicto crecientes que encuentran en México un sitio de acción permisivo para hacer de la capital un espacio favorable al terrorismo biológico, a las traiciones, a los asesinatos y al descontrol social. Julián de los Arcos, protagonista de la novela, es un investigador universitario que emprende una acción personal y justiciera –encaminada a fundar un equilibrio social justo- que pone en grave riesgo la relación con sus seres más queridos. Junto con Julián, algunos hombres capaces y empeñados en mantener la seguridad del país, intentan reconstruir los sistemas más elementales de protección y defensa, vulnerables al ejercicio del poder.
Samuel Ponce de León (1950) estudió en la Facultad de Medicina de la UNAM donde es profesor. Se ha dedicado al estudio y atención de enfermedades infecciosas. Fundador del área de control de infecciones, la Clínica de SIDA, la Clínica de viajeros y la Unidad de vacunación de adultos en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, ha publicado numerosos libros y artículos sobre enfermedades infecciosas.
Cine y literaturaDirección de Literatura, UNAM Los cuentos que incluye este libro constituyen un recorrido por la historia de la cinematografía en el siglo XX vinculada con la literatura. Ilustrado con imágenes de la época en que fueron filmadas las películas a las cuales aluden los relatos escritos por diversos autores, la antología Cine y literatura recoge veinte narraciones que dan cuenta de las formas en que los escritores dialogaron en México con el cine durante el siglo XX. |
El sueño no es un refugio sino un arma de Geney Beltrán Félix
Dirección de Literatura, UNAM, serie Diagonal, 2009
Los 24 ensayos que reúne este libro están marcados por la pasión y la curiosidad. Suponen un acto subversivo: la vindicación de la crítica literaria como arma de defensa frente al consenso y la uniformidad, en una época dada a aplaudir la desnudez de cualquier reyezuelo. El título del volumen (un verso del poeta peruano E. A. Westphalen) alude, antes que a la imagen plácida de una literatura edulcorada, a las trepidantes visiones de un estado de extrema tensión. No otra cosa es para el autor de este libro el ejercicio de la escritura: la posibilidad de cimbrar, mediante un arsenal crítico bien temperado, el monolito de una noción de Literatura fincada en malentendidos, falacias y lugares comunes. Dividido en dos partes: “Escritos viscerales” y “Cuaderno azaroso”, El sueño no es un refugio sino un armaincluye textos donde el autor reflexiona lo mismo sobre Farabeufde Salvador Elizondo que acerca de la narrativa del norte de México y la obra de Nellie Campobello.
Hola!!!
ResponderEliminarCarpe Diem suena muy interesante.. sería bueno leerlo.