Entrevista exclusiva a Estrella Rubilar, autora de "Santa Julia"

ESTRELLA RUBILAR ARAYA

"Santa Julia fue como una estrella que se divisa en medio de un cielo nocturno y nublado"

Estrella Rubilar se crió en la ciudad de México en el seno de una numerosa familia. Desde pequeña sintió el impulso por escribir, siendo ésta su más grande pasión junto con el dibujo, los cuales gusta muchas veces de combinar. Actualmente vive en la ciudad de México con sus hijas y su marido.

Fuente: Blog Oficial de Santa Julia

Antes que nada, desde The Itzel Library (TIL) le agradecemos el concedernos unos minutos de su tiempo para llevar a cabo esta entrevista.

ER: Gracias a ustedes…

TIL: ¿Cuándo nace Estrella Rubilar como escritora?

ER: Ésa es una pregunta difícil de contestar… Recuerdo haber comenzado a crear historias en mi mente desde mucho antes de saber escribir, usaba dibujos, pues siempre me ha gustado dibujar, y una vez que comencé a escribir, los hacía combinados, como una especie de novela gráfica. A los ocho años escribí el primer cuento que aún conservo, era una historia sencilla y muy corta acerca de un anciano con mucho dinero que regalaba dulces a los niños, obviamente acompañada con un dibujo. Con el paso de los años, las historias comenzaron a hacerse más largas y complejas a medida que yo misma crecía, hasta que prácticamente eran sólo diálogos y alguno que otro dibujo. A los catorce años escribí mi primera novela, la primera que sólo era escrita y sin dibujos, y a partir de entonces continué haciéndolo de esta manera. Es lo que más amo hacer, mi hobby y mi pasión, un mundo alterno en el que me sumerjo cada vez que tomo una pluma o enciendo la computadora…

TIL: ¿Hay alguna cosa que desencadene la inspiración o siempre hay ideas revoloteando en su mente?

ER: Siempre tengo alguna idea, generalmente más de una a la vez, revoloteando en mi mente. De tener el tiempo, supongo que me perdería por completo en el mundo de las letras, pero a la vez, es la falta de tiempo que tengo para dedicarle lo que siento me impulsa a continuar, algo así como el disfrutar de una carencia… Quizá si tuviera todo el tiempo del mundo para escribir, no me vendrían ideas nuevas, pero el tener que vivir una vida normal; hacerme cargo de mi familia, de la casa, buscar la manera de conseguir el sustento y hacer rendir el dinero, me mantiene la cabeza despejada y libre para recibir nuevas ideas, de esa manera, en cuanto tengo una, corro a escribirla en la libreta que siempre llevo conmigo, y cuando llega la hora que tengo destinada para dedicarme a escribir, generalmente en las madrugadas o las noches, puedo desarrollarla en el escrito que tengo en la computadora.

         Casi todo el tiempo me estoy peleando por conseguir uno de esos valiosos minutos en los que puedo dedicarme a escribir, es difícil, muy difícil, pero es lo que amo, y por eso mismo lucho cada día por conseguirlo. Tengo dos hijas, una de un año que necesita toda mi atención, y una de cinco con autismo, que requiere el doble de esa atención.  Y sí, quizá deba sacrificar cosas personales, como el sueño, el peinado o el maquillaje, pero el resultado me es mucho más satisfactorio, pues escribir es la parte de mi vida que me hace sentir en contacto conmigo misma, con el universo, y con un mundo alterno al que puedo acceder cada vez comienzo a soñar.

TIL: ¿Qué parte de una novela es su coco? Los comienzos, los finales, el clímax… ¿Qué parte de la trama se vuelve difícil de desarrollar?

ER: Generalmente, cuando comienzo a escribir una historia, es porque ya llevo varios días, a veces años, pensando en ella. Tengo una idea general de cómo va a ir y claro, el final, pero me suele pasar, que cuando voy a llegar a él, surge una nueva idea, que llega con tal intensidad, que me obliga a dejar la primera y comenzar con esa nueva. Así que supongo que mi coco son los finales, o más bien el camino que se recorre hasta llegar a ellos, más o menos justo después del clímax.

TIL: ¿Hay algún género literario que le gustaría explorar?

ER: Siempre he amado el género romántico, soy una romántica total desde que era niña, y usualmente mis historias han ido en derredor de algún relato de amor. También me encanta la fantasía, varias de mis novelas van rodeados de sucesos fantásticos mezclados con la realidad cotidiana, y claro, una historia de amor.

Pero hablar de un género totalmente diferente, supongo que sería el infantil. He escrito varios cuentos infantiles, la mayoría para mis hijas, acompañados por dibujos para animarlos. Y también algunas novelas infantiles y juveniles.

TIL: Háblenos un poco de usted, ¿cómo es un día típico en la vida de Estrella Rubilar?

ER: Un día típico en mi vida… Creo que resultaría un poco aburrido describirlo a detalle, (jeje). Como ya dije, soy mamá, esa es mi primera ocupación diaria. Supongo que para describir un día normal para mí, tendría que comenzar por la noche, pues mi vida va en derredor a la vida y necesidades de mis hijas. Mi hija de cinco años suele dormirse tarde, no porque se lo permitamos, sino porque los niños con autismo normalmente tienen problemas de sueño. Así pues, si logro dormirla antes de que sea muy tarde, saco la computadora y me pongo a escribir. Si ella y la bebé pasaron buena noche, puedo levantarme entre las cinco o las seis (generalmente es mi esposo quien me ayuda a despertarme con él, porque soy muy dormilona), prepararme un café muy cargado, y sacar nuevamente la computadora para escribir. Este es el momento que más disfruto, pues todo está en calma, el único ruido es el de los autos fuera de la casa y la respiración de mis hijas, aún dormidas, y la mente se encuentra en un estado todavía medio dormido y recargado de energía que suele ser my benéfica para conseguir buenas ideas.

Cuando comienza a ser hora de levantar a mi hija para ir a la escuela, cierro la computadora y comenzamos el día. Estar con mis hijas es lo que más amo y disfruto, pero las labores de la casa son lo que más aborrezco, hacer la limpieza, lavar la ropa, cocinar, en fin, el quehacer de la casa me resulta tedioso y difícil, no me gusta nada, y es en esos momentos, cuando tengo que lavar los platos o trapear el piso, que me vuelo en mi imaginación, me voy a ese mundo mágico donde residen todas las historias, y me pierdo pensando en una nueva idea. De esa manera, a la primera oportunidad siguiente que tenga para escribir, puedo aprovechar completamente el tiempo en sólo hacer eso, escribir, y plasmar la idea que ya tenía pensada. Como ya dije antes, siempre llevo una libreta con cada historia, si se me ocurre una idea muy precisa que se me pueda olvidar, la anoto allí, y luego la desarrollo con el escrito general. Así pues, si no estoy atendiendo a mi familia, de alguna u otra manera, siempre tengo la cabeza en las nubes y en mis historias.

TIL: ¿Quiénes son sus escritores favoritos?

ER: Hay muchos autores cuyas obras han sido una parte importante en mi vida, me encanta leer, es otra de mis pasiones, algo que aprendí de mis abuelos y mis padres, todos grandes lectores. Recuerdo a mi abuelo, siempre rodeado de sus libros, los que ocupaban libreros repletos en el inmenso salón de la casona donde vivían. Muchos años después de morir él, mi abuela repartió esa colección entre sus seis hijos; de la parte que le tocó a mi mamá, varios de esos libros se perdieron, pero los que alcanzaron a salvarse de los viajes y las constantes mudanzas, le pedí conservarlos, pues significan mucho para mí, y así lo he hecho desde entonces.    Dos de mis autoras favoritas las conocí gracias a esa colección: Jane Austen y Emily Brontë; y otro, al que ya conocía de mi niñez, volví a leerlo entre esos ejemplares: Hans Christian Andersen. “La sirenita” fue mi cuento predilecto desde que tengo memoria; en ese tiempo no existía la película de Disney, así que sólo conocía el final real de la historia, donde la sirenita se muere, por lo que, antes de llegar al final del libro (en ese tiempo tenía varios ejemplares del mismo cuento, pues era mi favorito) imaginaba un final diferente, donde la sirenita vivía y se quedaba con el príncipe. (Ya se figurarán mi alegría cuando Disney hizo lo mismo en la película).

         Otros autores que me encantan son Louisa May Alcott y C.S. Lewis, cuyos libros me acompañaron desde niña, despertaron mi imaginación y me hicieron soñar con el mundo tan fantástico y maravilloso de Narnia, como con uno tan real y a la vez hermoso, de las mujercitas.

TIL: ¿Hay algún proyecto en mente en estos momentos, del que nos pueda platicar?

ER: Próximamente se publicará mi siguiente novela, “El Secreto del Camafeo”, también es una novela romántica, pero contemporánea. Es bastante diferente a Santa Julia en cuanto a contexto, pero considero que es una historia muy hermosa combinada con un poco de misterio, que espero llegue a gustarles.

SANTA JULIA

TIL: ¿Qué le inspiró a escribir Santa Julia?

ER: La inspiración que me llevó a escribir Santa Julia fue como una estrella que se divisa en medio de un cielo nocturno y nublado. Era un momento muy difícil en mi vida. Atravesaba una depresión muy fuerte, me sentía sumamente triste, fracasada en muchos sentidos… Había intentado publicar otros escritos, sin lograr ningún resultado, (con excepción de una editorial que me pedía dinero para publicar uno de mis libros, dinero que no tenía). Para empeorar las cosas, mi hija, de entonces dos años, comenzaba a demostrar los primeros signos de autismo, y entonces no lo sabíamos, pero iniciábamos un camino tormentoso en busca de respuestas que tendríamos que luchar muchísimo para encontrar, y terminaríamos haciéndolo después de casi tres años de andares a oscuras y gastos exuberantes en médicos, terapistas y especialistas en varios temas.

         Rodeada de todo esto fue como nació Santa Julia, una verdadera estrella luminosa en medio de ese mar tormentoso y oscuro, como una especie de escape a toda esa realidad que parecía ser demasiado abrumadora y dolorosa para vivirla… Y la comencé a escribir con la idea de que sería una novela sólo para mí; nunca nadie llegaría a leerla, si a la gente le gustaba o no, no me importaba, ni siquiera intentaría publicarla. Iba a ser una novela para mí, y sólo para mí. Y con esa idea pude desfogarme, sin límites que me ataran o me dirigieran, sólo corazón, puro corazón, como es todo en Santa Julia.

         Y así, finalmente la historia quedó terminada. Lo más tardado fue el documentarme, tardé casi un año en leer todos los libros, investigar en internet y ambientarme en la época. Aunque no pensaba publicarla, al ir avanzando en las páginas la idea de que tal vez fuera posible iba apareciendo en mi mente, y lo hiciera en ese momento o no, desde un principio tenía la idea de que fuera una novela especial, quería crear un libro que dejara huella, que tuviera un significado profundo, que al leer sus páginas el lector pudiera remontarse con ellas a esa época tan hermosa de México, que quedó grabada en su historia, en formas buenas y malas. Era eso precisamente lo que intentaba mostrar; las dos realidades de México durante la Revolución. Describir tanto a aquellos que lucharon en busca de igualdad y justicia para su gente, como aquellos cuyas vidas se vieron afectadas de manera negativa por los abusos y la falta de orden que vivió el país; las haciendas robadas, las mujeres violadas, familias que lo perdieron todo por el vandalismo de unos cuantos que se aprovecharon del verdadero sentido de la lucha para sacar ventaja personal.

La historia de México es un tema que siempre me ha gustado, tuve maestras excelentes que me hicieron amarla de corazón, pero fue mi padre, un gran amante de la historia de nuestro país, quien me dio la guía más importante para comprender la esencia de la Revolución mexicana  y  llegar a amarla, y así, poder plasmar ese amor en el libro, y en especial en el personaje del general que ayuda y guía a Julián, quien representa la filosofía de la misma en el relato.

Y todo ello acompañado por una historia de amor tierna y conmovedora, donde el rencor, el odio y la venganza fueran vencidos por el poder más grande que puede existir, el amor.

TIL: Julián no es el típico hombre perfecto que acostumbramos a leer en los libros de romántica y sin embargo es un personaje inolvidable, ¿qué fue lo más difícil de escribir de su historia?

ER: Supongo que la parte más difícil fue crearlo a él en sí mismo. Me propuse como un reto personal crear un personaje masculino verídico, pues una maestra muy querida aseguraba que las mujeres no podíamos crear personajes masculinos, (creábamos mujeres con nombres de hombres, mientras que los hombres sí podían crear mujeres completamente realistas). Así pues, me propuse crear un hombre real, y para hacerlo tuve que poner mucha atención en el comportamiento de los hombres, y al meterme en su personaje, salirme un poco de lo que  yo habría querido que me dijera de ser su pareja, a lo que realmente él me habría respondido  o dicho de tenerlo frente a mí. Muchas veces los hombres no saben expresar sus sentimientos, son un tanto más toscos y burdos con respecto a sus emociones, y no porque no los tengan, en mi opinión sienten tanto como una mujer, en algunos casos son aún más sensibles, pero son pocos los que lo demuestran lo que están sintiendo o pensando con la facilidad que un poeta o un escritor de canciones  podrían hacerlo. Así pues, en base a esta idea, creé a Julián.

La idea de su aspecto físico nació de un niño muy parecido a él que conocí en una ocasión que tuve que ir a hacer labor social en una población, y allí estaba este niñito moreno y con esos ojos tan grandes y azules, que llamaban la atención. Ese niño vivía con una familia sumamente pobre, al igual que Julián, y como él, no debía ni de tener cinco años cuando se iba a trabajar para traer dinero a la casa. Aún así, sonreía y era un niño alegre, con sueños y fantasías, como cualquier otro, e igual que Julián.

TIL: ¿Quién fue el personaje qué más disfrutó crear?

ER: Creo que fue Julián. Él, en un comienzo, no aparecía sino hasta la segunda parte del libro, pero resultó ser un personaje tan tierno y maravilloso que me fue ganando poco a poco, hasta que se volvió tan interesante que decidí que merecía tener un relato tan completo como el de Mariel, (de quien trataba en un inicio la historia), y comentar a detalle su vida, y no sólo remembranzas, como era en un principio. Y creo que finalmente, fue él quien terminó ganándose la historia.

TIL: La descripción de los lugares en que se desarrolla la novela, son fascinantes; sin embargo, es un tanto difícil ubicarlos en un mapa de México. Si tuviera que decidir un lugar específico para Santa Julia ¿en dónde sería?

ER: Ése es un misterio que deseo conservar en la novela. Me inspiré en lugares reales que existen en nuestro país, y en un principio, al hacer la investigación detallada del ambiente de Santa Julia, tenía todas las fechas y lugares de donde se llevaban a cabo los eventos, pero resultaban un poco pesados con la lectura, y decidí dejarlos mejor abiertos, y darle así también más ligereza a la novela y permitirle al lector creer que Santa Julia pudo estar en cualquier parte que imagine de México. Quizá Santa Julia está muy cerca del  lugar que se les vino a la mente al leer el libro, o tal vez Mariel y Julián anduvieron muy cerca de donde viven…

TIL: El personaje de Mariel es muy singular y esa capacidad especial que posee, la hace más atrayente, más conmovedora para el lector, ¿fue esta característica de ella, algo premeditado o surgió espontáneamente?

ER: Fue una mezcla de ambos… Quería darle un toque especial, algo que la distinguiera y al mismo tiempo, hiciera ver con claridad las consecuencias que actos tan malvados pueden tener en una persona.

         Desde hace varios años atrás me había llamado la atención las capacidades que desarrollan las personas que pierden algún sentido, como el oído. En la preparatoria me aprendí el lenguaje universal a señas para sordomudos (el sencillo que te regalan en un cartoncito) sólo por curiosidad, y resultó ser un medio excelente de compartir información en clase con una amiga sin que la maestra lo notara, y el tema me llamó tanto la atención que continué investigando cuando se presentaba la oportunidad, y me pareció sorprendente la manera en que muchas de las personas que perdían el oído aprendían a leer los labios con tal destreza que la gente llegaba a pasar por alto que no pudieran escucharla, o cómo utilizaban las vibraciones del sonido, que por lo general pasamos desapercibidas, para “escuchar” con el cuerpo.

         Por eso, cuando decidí “quitarle” algo a Mariel, también quise ganara algo, pues es así como sucede en la vida real en muchos casos.

TIL:¿Cómo describiría a la novela en 5 palabras?

ER: Romántica, emocionante, divertida, conmovedora y entretenida.

TIL: Muchas gracias por dedicarnos su tiempo, le deseamos mucho éxito en sus diversos proyectos y le reiteramos nuestra más cordial colaboración.

ER: Muchas gracias a ustedes por su interés y apoyo, espero les haya gustado Santa Julia, una novela que dejó una huella muy especial en mi corazón, y que espero, deje también una huella positiva en sus corazones…

Un abrazo,

                           Estrella

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Lee la reseña de Santa Julia
"Santa Julia es una historia impresionante, muy bien lograda y con una comprensión excelente de lo que una novela de romántica, debe ser. Tiene todo lo necesario para enamorar al lector. Recomendado 100%"
Yelania, The Itzel Library

Nota: Todas las fotos fueron tomadas del Blog Oficial