La Hora de la Verdad de Suzanne Brockman

Max, un curtido agente del FBI, ha roto su relación con Gina, una joven a la que conoció en las más increíbles circunstancias durante un secuestro aéreo. A pesar de la pasión que siente por ella, todo el valor que tiene en el cumplimiento de su deber le falta a la hora de comprometerse con una mujer. Gina se marcha a África, donde no tardará en verse metida en problemas por culpa de su amiga Molly y su poco recomendable novio David Jones, un mercenario con muchas deudas pendientes entre la mafia. Con la única ayuda de su agente más fiable, Jules Cassidy, Max intentará rescatar con vida a las mujeres... y darse a sí mismo una segunda oportunidad para ser feliz.

Título: La hora de la Verdad |Serie: Troubleshooters #9 |Autora: Suzanne Brockman |Editorial: books4pocket |Publicación: 2011|Páginas: 480|Puntuación: 4/5 |Compra: Gandhi / Porrúa| Goodreads 

*Gracias a la editorial por el ejemplar* 

ADVERTENCIA: +18

Siguiendo con esta serie de los Troubleshotters, después de que cometiera el error de publicar mis reseñas en desorden, nos enfrentamos ahora a la historia de Max y Gina.

Gina se enamoró de Max e hizo todo lo posible por permanecer a su lado. Cuando se dio cuenta que por más esfuerzos que hiciera por tenerle con ella, él no olvidaría lo que le había sucedido a ella el día que se conocieron -ni dejaría de sentirse responsable-, decidió marcharse de misionera a África.

Max Baghat, el pez gordo del FBI, ama a Gina. La ama tanto, que en su estupidez, la dejó marchar. Sigue atormentado por lo sucedido y por la diferencia de edades que hay entre ellos, pero no puede pedirle a su corazón que deje de quererla. Refugiado en su trabajo, intenta con todas sus fuerzas no pensar en ella, en recordarse que estuvo bien dejarla ir. Hasta el día que la noticia de un atentado terrorista en Alemania le trae la terrible verdad. Gina ha muerto. Junto a Jules, viaja a Alemania en busca del cuerpo de su amada, lo cual sería tan fácil de hacer si existiera un cuerpo que le perteneciera, porque es evidente que la chica muerta es solo una impostora. Entonces, ¿dónde está Gina? y lo más importante de todo ¿Por qué no estaba en África?

Este fue el segundo libro que leí de la serie y  estuve casi segura que no me iba a gustar. No sabía la razón, era simplemente una idea que se me había metido en la cabeza. Es lógico que no me ha terminado de gustar, pero creo que se debe a una razón importantísima que es, nada más y nada menos, que el libro que le precede, que sí; adoré como no se imaginan.

De modo que la inconsistencia entre los libros de la saga puede ser un problema si uno se los lee de corrido como lo hice yo. Les recomendaría dejar correr un poco el tiempo entre una historia y otra. Pero bien...

Me ha gustado y estoy segura que una de las razones es la complejidad de la historia que se ha trazado. Desde la salida necesaria de Gina y Molly de África, donde debo aclarar, me conmovió muchísimo el encuentro entre Molly y David, pero sobre todo, lo mucho que Molly se arriesga por salvar a las chicas africanas que son sometidas a la mutilación genital. Sin duda alguna, son escenas llenas de tacto, pero con una exposición clara de la situación que no te puede dejar indiferente.

Otra cosa muy buena son las escenas de acción, que me mantuvieron pendiendo de un hilo y mordiéndome las uñas, aunque... pues no tanto como en los otros dos libros de la autora. Es imposible no decirlo. 

Ahora bien, la relación entre Gina y Max era muy sensual, tierna y complicada y eso me gusta mucho. Creo que Brockman tiene algo buenísimo con sus personajes, que son tan reales que es completamente aceptable los líos en que se meten. Aunque temo que el problema real en la parejita, que no terminó de gustarme, fue Gina. Vamos, es una chica independiente, fuerte, decidida y ama a Max tanto, que soporta mil y un cosas por estar con él, por hacerle ver que deben estar juntos. Me gusta su entereza, el modo en que enfrentó lo que le sucedió y me encanta que sea tan buena amiga de Molly, dispuesta también a lo que sea por ayudarla. Entonces, ¿qué va mal? No sé. Es de esos personajes que no pueden terminar de gustarte, por muy agradables que puedan ser. Pero siento que esto no sería problema para alguien más, sin duda Gina podría ganarse su corazón.

El romance entre Molly y Jones es tan dulce. Tan triste. Tan hermoso. Me hizo sufrir mucho, pensando qué sucedería con ellos. Ambos tenían cosas difíciles que sortear y tenían algo en común, algo que amaban pero que temían no poder conservar. Fue una pareja lindísima y me gustaría saber de ellos en otro libro, aunque no tenían mucho peso en la historia, así de buenos fueron para cautivarme.

Lo que no me gustó para nada fueron los flashbacks. Eran necesario, lo sé. Pero saltaban terriblemente raro. Estaban muy bien definidos, de modo que podías saber que eso era algo del pasado, pero yo no podía evitar regresar páginas para saber en dónde encajaba qué cosa. Es complicado leer un libro así, por más que me esté poniendo las fechas y los lugares antes de cada capítulo. 

En resumen, una historia agradable, llena de suspense, romances intensos y personajes carismáticos, que sin duda, pudo estar mejor.